
Víctor Reyes Cueto, expresidente del módulo 3, consideró que no se debe abrir la presa de La Boquilla para fines de uso público-urbano en la ciudad de Camargo, debido a la posibilidad de que se pierda una parte del volumen de agua a causa de las tomas ilegales en las riberas del río Conchos.
Reyes Cueto destacó la importancia de encontrar una solución al problema del desabasto de agua potable en Camargo, pero, basándose en su experiencia en los módulos de riego y en el manejo del recurso hídrico, opinó que no es prudente extraer volumen de La Boquilla.
“¿Por qué no se debe de abrir? Por cuestiones estratégicas y de seguridad. Todos sabemos que los niveles actuales de las presas son bajos. Solo La Boquilla, a nivel estatal, está alrededor del 14% de su capacidad (15.32%, según la Comisión Nacional del Agua). Me atrevo a decir que es el nivel más bajo de toda su historia”, expresó.
Además, advirtió que, si se extrae agua de la presa, aunque sea una cantidad pequeña, en vez de solucionar el desabasto en San Francisco de Conchos y Camargo, la situación se agravará, ya que los agricultores, al ver correr el caudal del río Conchos, intentarán bombeos ilegales para regar sus parcelas.
Reyes Cueto también subrayó que el problema principal no ha sido resuelto: el robo de agua en las riberas del río Conchos, donde se han detectado tomas clandestinas, lo que afecta el abasto para los habitantes de Camargo.
En cuanto a la asignación de agua para el municipio, se tiene un volumen de 15 millones de metros cúbicos al año para uso público-urbano, cantidad que Reyes Cueto consideró suficiente para las necesidades de la población.
“Si comparamos con Delicias, que tiene alrededor de 150,000 habitantes y consume 23 millones de metros cúbicos al año con 25 pozos operando, puedo decir que, con una población más pequeña, Camargo podría satisfacer sus necesidades con 8 o 9 millones de metros cúbicos“, estimó.
Como alternativa para solucionar el desabasto de agua, Reyes Cueto propuso la perforación de tres pozos en Camargo, lo que mejoraría la eficiencia en el consumo de agua y ahorraría el volumen escaso que actualmente se dirige hacia La Boquilla.